martes, 16 de julio de 2013

El crimen de Ángeles Rawson: ¿Quién paga la defensa del Jorge Mangeri?

Es la pregunta del millón que todos se hacen. Miguel Ángel Pierri no es un abogado baratito, y tampoco trabaja gratis (como no lo hace ningún profesional, salvo excepciones).

Jorge Mangeri tuvo su defensor oficial hasta que de pronto con una puesta en escena algo histriónica ("si hubo intento de violación no tomo la causa") Miguel Ángel Pierri apareció en el firmamento mediático y el portero imputado de asesino tuvo quien diera la cara por él.

Se dijo como excusa que un antiguo empleador del portero se hacía cargo de los gastos enormes que insume el patrocinio. No sólo las horas hombres que se invierten en un equipo como el que lidera el mediático abogado, sino en los costosos análisis y peritajes de parte que se encargan a peritos criminalísticos, expertos forenses, psiquiatras y demás profesionales que intervienen en un delito complejo cómo se ha convertido el caso de la piba brutalmente asesinada.

Pero no es el inexistente ex empleador del portero quien se encarga de poner la fortuna que está costando la defensa del portero.

Víctor Santa María, secretario del sindicato de empleados de edificios de propiedad horizontal (SUTERH), fue quien lo convocó -después de consultar con varios estudios TOP de penalistas con experiencia mediática-, a la difícil tarea de encabezar la defensa del imputado principal (por ahora, sólo por ahora) de la muerte de Ángeles Rawson.

No somos quienes para juzgar si está bien o no que un sindicato que arma sus fondos con los aportes de sus afiliados y otras prebendas del Estado, utilice el dinero de los trabajadores en una causa en la que no está implicado Mangeri por ser encargado de un edificio sino por un presunto asesinato (dejará de ser presunto cuando tenga sentencia firme).

Pero sí podemos afirmar algo que en ámbitos sindicales y políticos es archi conocido. La fortuna que han amasado los regentes del sindicato de porteros, primero con "Pepe" Santa María y luego con su hijo y sucesor en el gremio Víctor Santa María, es incontable a tal punto que el ya condenado José Pedraza (por el crimen de Mariano Ferreyra) es un cartonero Báez al lado de los Santa María. Y eso que el dirigente ferroviario vivía con un lujo tipo Jeque árabe en lo más suculento de Puerto Madero.

La mano derecha de Víctor Santa María es Andrés Stangalini, que encabeza varias sociedades que según denuncias que nunca prosperaron en la justicia (se mantienen cajoneadas), se denominan Costrulema, Construtema y Dédalo.

Compra de propiedades, sobre facturación de servicios varios (contratos con universidades, por caso), plazos fijos que desaparecieron de las arcas del sindicato de porteros son varias de las acusaciones que pesan sobre los Santa María.

Una propiedad donde tiene su residencia "oficial" Víctor Santa María en la calle Basavilbaso fue el inicio de una frondosa carrera en la adquisición de ladrillos que convierte al gremio de los porteros, a la familia de su titular, en uno de los más poderosos en materia económica. Y conste que los encargados de edificios no reciben salarios suculentos como los camioneros ni crece en número de afiliados como otros sindicatos. Es cierto que las construcciones han avanzado notablemente en la última década, pero hay que tener en cuenta que sólo hay un portero por edificio, un titular y un suplente para casos de emergencia. No más.

Hay informes que aseguran que el principal asesor de Santa María fue –o sigue siendo, aunque extraoficialmente. José Sbatellaa,  titular de UIF (Unidad de Investigación Fiscal).

Seguir relatando la historia de otra familia más enriquecida en el sindicalismo argentino (no en todo, pero sí en gran parte de él que toman el servicio de los afiliados como una concesión eterna y hereditaria) es repetir los muchos ejemplos que el lector ya conoce, y que para preservar la salud mental de todos más vale saberla pero no insistir en contarla.

Los términos del acuerdo económico para contratar al estudio de Miguel Ángel Pierri sólo lo conocen ellos. Sólo trascendió en fuentes de la investigación que hubo un pago adelantado para viáticos y hacer frente a los costosos peritajes que insume la causa.

¿Porqué los investigadores y la justicia precisan saber aunque sea extraoficialmente quien aporta el dinero para la defensa de Jorge Mangeri?

Una cuestión elemental en la pesquisa es conocer la capacidad económica y contactos políticos que puede tener el imputado y su defensa a la hora de lo que se llama "embarrar la cancha".

¿Querés saber también si el gremio de los porteros es quien moviliza, no gratuitamente, las marchas y movilizaciones de los "amigos" de Jorge Mangeri defendiendo su "buen nombre y honor"?

Saca tus propias conclusiones. Todo tiene precio, es un viejo dicho que nunca pierde vigencia.

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