Se aceleraron los precios en junio y la inflación anual está otra vez arriba de 25%

Se aceleraron los precios en junio y la inflación anual está otra vez arriba de 25%

El Gobierno se planteó una política para controlar la inflación que no le está dando resultados. Junio, el mes en el que se reemplazó el congelamiento amplio aplicado sobre todas las góndolas de los supermercados, por uno enfocado solo en 500 productos, mostró una aceleración de los aumentos. Las estimaciones de varios economistas ubican el índice claramente por encima de 2%, a distancia del promedio de 1,6% exhibido en los cuatro meses previos.
En el arranque del año, el denominado IPC Congreso había dado un incremento de 2,2%. Ese registro movilizó al Gobierno a suspender las pautas de aumentos anuales que otorga la Secretaría de Comercio Interior, y a fijar un congelamiento de 90 días. Ese primer intento logró bajar la variación mensual: entre febrero y mayo los registros se ubicaron entre 1,2% y 1,6%.
Los supermercados plantearon la imposibilidad de sostener esa política, por la necesidad de cubrir subas de costos. En esa mesa de discusión nació la idea de la Supercard, una tarjeta respaldada por las cadenas minoristas que cobra menos comisión a los comercios, pero que todavía no tiene vigencia plena. Guillermo Moreno acordó entonces con fabricantes de alimentos, limpieza y tocador, acotar el congelamiento a una lista de 500 bienes que mantendrían los valores de febrero.
El Gobierno reforzó esta acción con el plan “Mirar para cuidar”, un control ejercido por militantes del kirchnerismo. El problema más repetido fue la falta de productos, esperable en función de su mayor demanda y la imposibilidad de las empresas de generar un abastecimiento infinito. En paralelo, se constató que los 500 bienes de la lista no eran necesariamente los más baratos de las góndolas.
Lo que sucedió en junio fue la aparición de movimientos de precios en todos los productos que no entraron en la lista. Según un relevamiento hecho por la consultora Elypsis a través de los sitios web de los grandes supermercados, verduras, lácteos, panificados, pastas, bebidas alcohólicas y condimentos tuvieron en la última semana del mes incrementos en sus valores de entre 3,5% y 6,4%. Pero no fueron los únicos: limpieza, artículos de tocador, infusiones, bebidas no alcohólicas, aceites, textiles para el hogar y frutas, mostraron subas de entre 2% y 3% en igual período. El estudio Broda, que condensa en un indicador las mediciones de precios que realizan consultores independientes y las provincias que no ajustaron su metodología a la del Indec, ya hizo una primera estimación para junio de 2,5%, con lo que el acumulado de los últimos doce meses volvió a ubicarse por encima de 25%. El IPC Congreso daba 23,4% hasta mayo, y Broda, 24,9%.
Uno de los factores que está dando aire a la inflación es el aumento en el costo de la harina, producto de la poca disponibilidad de trigo que generó la campaña 2012/2013. Los panificados tienen una ponderación de 7% en el Indice de Precios al Consumidor. Moreno advirtió a los molinos que si no mejoran la provisión, aplicaría la Ley de Abastecimiento, incluyendo a los productores que tengan granos retenidos.
El Gobierno nunca se planteó una estrategia para bajar la inflación, sino para mantenerla controlada. Su objetivo ideal es sostenerla por debajo de los aumentos nominales de salarios, que se fueron pactando entre 22% y 25%, para que su poder de compra ayude a mantener el consumo privado y por ende la actividad económica. Esta meta no se está cumpliendo: según un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en 782 comercios de todo el país, en junio sus ventas cayeron 1,8%.
Las estadísticas de la entidad marcan una leve mejora frente a abril y mayo, meses en donde la contracción anual fue de 6,4% y 7,1%. El acumulado de los primeros seis meses del año está 3,4% abajo. Según CAME, el festejo del Día del Padre animó las ventas en rubros como Electrodomésticos y productos electrónicos, Indumentaria y Deportes.