La derrota en las PASO y la ampliación de la ventaja de Massa sobre Insaurralde a 49 días de las elecciones,
obligó al oficialismo a reconocer, por primera vez, el problema de la
inseguridad y anunciar, en tiempo récord, varias medidas para combatir
este flagelo
A menos de dos meses de que se lleven a cabo las elecciones
legislativas de octubre y
tras la derrota en la PASO en los principales
distritos del país, el gobierno nacional, aparentemente, cambió su estrategia
de campaña y dispuso una serie de medidas para fortalecer la lucha contra la
inseguridad, uno de los principales reclamos de gran parte de los electores y
del cual hizo oídos sordos durante mucho tiempo.
Estrategia o no, lo cierto es que el kirchnerismo en
menos de 10 días endureció su política de seguridad y decidió, desde
enviar más efectivos de Gendarmería al Gran Buenos Aires, hasta proponer
bajar la edad de imputabilidad. Esta nueva postura parece marcar un cambio de política del
oficialismo, que en las elecciones primarias perdió contra Sergio Massa, cuyo
eje de campaña, es justamente la pelea contra la inseguridad.
Pese al notorio cambio, el gobernador de la
provincia de Buenos Aires,
Daniel Scioli, defendió las nuevas disposiciones y
dijo que no obedecían a ningún cambio dentro del oficialismo. "El que
cambió no fue el Gobierno, fue el delito", argumentó el mandatario
provincial, quien dijo que hará todo lo que hay que hacer, dentro del marco del
Estado de Derecho para que haya una provincia más segura.
El secretario de Seguridad de la Nación,
Sergio Berni, negó un cambio en la política de seguridad y sostuvo que "se exige" que la Poder Judicial aplique la
"mayor rigurosidad del Código Penal a la hora de detener
delincuentes".
"En muchísimos casos el problema es que el juez hace una
interpretación muy liviana de la ley, pero la ley es clara, el Código Penal es
claro. Lo que hay que hacer es utilizarlo y, a mi entender, con mucha más
rigurosidad".
Más gendarmes e inclusión del Ejército
Y fue justamente el gobierno provincial, en
conjunto con la Nación, quienes decidieron ordenar, la semana pasada,
el envío de más de 4000 efectivos de Gendarmería al Conurbano bonaerense para reforzar la seguridad. La medida es un refuerzo del "
Operativo Centinela", en el marco del
plan nacional de seguridad. Se trata de una ampliación de los efectivos que
trabajarán con la policía bonaerense.
La nueva disposición fue anunciada en un acto junto al
ministro de Seguridad de la Nación, Arturo Puricelli, Berni y el hasta ese entonces ministro de Seguridad y Justicia
bonaerense, Ricardo Casal.
En el acto, Puricelli destacó la política de seguridad a lo
largo de los 10 años del kirchnerismo y dijo que esta medida hace parte del
plan iniciado por Néstor Kirchner y continuado por la Presidente, en un intento
por desligar la medida de la coyuntura electoral. "Ha sido desde entonces
con el presidente Néstor Kirchner y después con Cristina, quienes decidieron
poner estos recursos para combatir el delito y palear el flagelo de la
inseguridad", expresó.
Al respecto, el ministro aclaró que el envío de los más de 4
mil gendarmes al Conurbano no afectaría la custodia en las fronteras del país.
Sin embargo, horas después, desde el Ministerio de Defensa ordenaron,
precisamente,
el traslado de 4.500 soldados a las fronteras, con el objetivo de liberar gendarmes para que se dirigieran al GBA. Según explicaron el objetivo es
brindar "apoyo técnico" a las fuerzas policiales en la lucha contra
el delito. De esta manera, se consumaba otro cambio en la política de
seguridad, al incluir al ejército en la lucha contra el delito.
Dos Ministerios...
otra vez
Algunos días después, y como parte del endurecimiento en la
política de seguridad,
el gobernador Scioli decidió el desdoblamiento del Ministerio de Seguridad y Justicia. En la cartera judicial mantuvo a Ricardo
Casal y nombró a
Alejandro Granados, intendente de Ezeiza, como nuevo titular
de Seguridad en la provincia.
Granados es un peronista histórico de Ezeiza que va por su
quinto mandato como intendente de ese partido. En los últimos comicios, en
2011, superó el 66% de los votos. De esta manera, Scioli dio marcha atrás con
lo decidido en 2010, cuando las carteras estaban divididas.
Es un funcionario considerado afín a la "mano dura",
por lo que recibió críticas de
varios sectores. En 1999 frustró un asalto en su casa a los tiros de
forma tal que causó desagrado en sectores de pensamiento progresista y
de izquierda.
En aquella oportunidad, tres delincuentes intentaron robar su lujosa estancia en
La Celia,
su propiedad de Tristán Suárez. Cuando ingresaron a su casa, el
flamante ministro de Scioli los recibió con varios disparos y frustró el
ilícito.
"En momentos de
emoción violenta, cuando amenazan a un hijo, las reacciones pueden ser de todo
tipo", justificó Scioli.
"Tenemos que poner mano dura: o caía muerto yo o caían
muertos ellos", definía en ese momento el intendente Granados. En otro de
sus textuales, aseguraba que se "estaba en una guerra con ellos (los
delincuentes) y la guerra hay que librarla: a matar o morir".
Una vez designado,
Granados
aseguró que en cuanto asuma en el cargo buscará "rápidamente poner a
la Policía en total estado de alerta y movilización" y anticipó que la
clave será "patrullar las 24 horas" y "miles de cámaras de
seguridad". Afirmó que va a "
replicar todo lo que se hizo en Ezeiza en
estos últimos doce años, tratar de trasladarlo a la
Provincia". Sobre la cantidad de efectivos que patrullan sostuvo: "Son
58 mil hombres insuficientes, porque por el tamaño de la provincia y los
habitantes deberían ser 100 mil los policías.
Baja en la edad de
imputabilidad
El mismo día del anuncio de Scioli, el candidato kirchnerista
a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires,
Martín
Insaurralde, admitió que quiere bajar la edad de imputabilidad de los
menores y que ya trabaja en un proyecto para debatir en la Cámara de
Diputados. "Lo estamos
tratando con un equipo de candidatos y abogados; estamos armando esa agenda
legislativa tanto con el tema de los menores como lo que tiene que ver con el
desarme", anunció durante una recorrida por San Martín.
De esta manera, el intendente de Lomas de Zamora salió a
recuperar aquel proyecto que cayó en saco roto por la parálisis del mismo
oficialismo en el Congreso.
En enero de 2011, año de elecciones presidenciales,
Cristina Kirchner llegaba de una gira por Medio Oriente mientras en el país se comentaba
la muerte de una persona en La Plata a manos de un delincuente de 15 años.
"Los 18 años de mis tiempos no son igual que los de
ahora y los de 14 años, tampoco", reflexionó la Presidente y recordó que
tiempo atrás el mismo espacio político impulsó una reducción de la mayoría de
edad, que pasó de 21 a 18 años.
La media
sanción del Senado obtenida en 2009 perdió estado parlamentario debido a que el
bloque de diputados
kirchneristas conducido por Agustín Rossi hizo
caso omiso al pedido presidencial.
"Discutir
si 14 o 16 es desviar el problema. Es algo que va a resolver el Parlamento:
será 14, o será 16... Lo importante es que la edad no es una política de
seguridad, sino una adecuación de los tiempos", había dicho la Presidente.
Rápidamente,
Berni salió a respaldar la iniciativa y dijo: "Creo que es una medida más.
Aquellos que estamos en la calle vemos que en casi todos los delitos están
involucrados los menores y nos encontramos que son todos reincidentes por la
facilidad que son entregados a sus padres".
Desde la
oposición no se hicieron esperar las críticas. El primero en reaccionar fue el
diputado denarvaísta y candidato a renovar su banca por la provincia de Buenos
Aires, Gustavo Ferrari. "El kirchnerismo está débil tras la derrota en las
PASO, por eso ahora se apropia de proyectos de la oposición", afirmó.
Después, el propio
De Narváez insistió en la necesidad de "bajar la edad de imputabilidad de los menores" hasta los 14 años y le envió a
Insaurralde el proyecto de ley que presentó al respecto en 2012.
Retorno de los policías retirados y
más efectivos en las calles
La semana
pasada,
Daniel Scioli anunció que convocará a policías retirados para poder destinar al trabajo en la vía pública a quienes hoy están en tareas
administrativas.
Dentro del
plan dispuesto en materia de seguridad, figura la instalación de comisarías
móviles "para ponerlas en los lugares donde se necesita acercar el
servicio de prevención y seguridad de los barrios", explicó Scioli, quien
reiteró el pedido a la Justicia para "limitar excarcelaciones de los
reincidentes que con el uso de armas están generando situaciones
trágicas".
Sobre la presencia de más policía en las calles,
Scioli prometió que habrá más de 6000 efectivos por año. Cuestionamientos de la oposición
Cuestionamientos de la oposición (y sorpresivamente, algunos a favor)
El viraje del Gobierno hacia la “mano dura” en materia de
seguridad, despertó las críticas por parte de la oposición.
"Granados no tiene la experiencia ni la profesionalidad
para encarar el manejo policial. Su designación me sorprendió mucho", dijo
el massista, Felipe Solá.
"Lamentablemente, Scioli y el Frente para la Victoria
han perdido el rumbo. Están a la deriva total en un tema tan grave, complejo y sensible
como la seguridad. Es una vergüenza que se juegue con los bonaerenses como se
está jugando con decisiones de este tipo", criticó Margarita Stolbizer,
primera candidata a diputada nacional por el Frente Progresista Cívico y Social
bonaerense.
Ricardo Alfonsín, quien acompaña a Stolbizer en la lista
para diputados, dijo estar “preocupado” porque "con políticas de seguridad
y conducción policial inspiradas en esas ideas, temo que en adelante, además de
tener miedo a los malos, empecemos también a tener miedo de los buenos".
El intendente de San Isidro, Gustavo Posse,
dijo que con esta medida "está claro que el gobierno provincial intentó
darle una respuesta electoralista a esta problemática".
Por su parte, Francisco De Narváez,
que acusó al oficialismo de querer apropiarse de su proyecto de bajar
la imputabilidad, destacó el desdoblamiento del Ministerio de Justicia y
Seguridad. "Mientras que no termine en un cambio de nombres y nada más,
bienvenido", afirmó el diputado.
La nueva
estrategia electoral se puso en marcha y sólo sabremos si esta nueva
política se seguridad obedece al momento que se vive o hace parte de un
plan a largo plazo. Por lo pronto, un sondeo realizado por
Infobae, le da a Massa, principal referente de la oposición,
una ventaja de 14 puntos sobre el candidato oficialista,
Martín Insaurralde.