YPF ya no computa el yacimiento Vaca Muerta y las reservas cayeron 10%. La petrolera estatal descontó el reservorio del megayacimiento neuquino, porque el proyecto "aún no es viable" desde lo económico. Por eso, el índice de reemplazo de reservas sufrió una fuerte caída entre 2011 y 2012. La conclusión es preocupante: se están consumiendo reservas que no alcanzan a ser repuestas en su totalidad.
Pese a que desde la administración de Miguel Galuccio mantienen la expectativa de conseguir las inversiones necesarias para su explotación, por ahora el tan promocionado megayacimiento de Vaca Muerta no logra despegar, y la empresa estatal ya no computa las reservas potenciales en sus cálculos.
Según publica hoy el diario 'El Cronista', la formación de petróleo y gas no convencional (shale oil y shale gas) que se extiende en la provincia de Neuquén dejó de ser computada por la compañía como reservorio.
Un informe interno de YPF marca que el índice de reemplazo de reservas registró un fuerte descenso entre 2011 y 2012, con una caída cercana al 10%. Además, la tendencia para lo que va de 2013 sigue a la baja.
Mientras que en 2011 las reservas totalizaron los 1.543 millones de barriles equivalentes en petróleo, mientras que 2012 cerró con 1.395 millones, es decir que el índice de reemplazo pasó en esos años del 112% al 86%. La conclusión es preocupante: se están consumiendo reservas que no alcanzan a ser repuestas en su totalidad.
El dato parece profundizarse con los indicadores de los primeros meses de 2013. Mientras que en el primer trimestre de 2012 el índice se ubicaba en 14%, para el mismo período de 2013 arrojó un 8%. No obstante, si sólo se mide las reservas de petróleo, el índice está por encima del 100%, aunque en una proporción ajustada.
# La 'Vaca poco Viva' de Cristina ...
Hace poco más de 20 días, Cristina Fernández participaba de la inauguración de una serie de obras en el Complejo Industrial Luján de Cuyo y en el yacimiento de crudo no convencional de Vaca Muerta, en Neuquén, al que propuso cambiarle el nombre.
"No le digo más Vaca Muerta. Vaca
Viva porque allí hoy estamos inaugurando una batería que está conectando
un montón de pozos, y como explicaba (el gobernador) Jorge Sapag hoy
tenemos 14 equipos, vamos a tener 19 y esto se replica a lo largo y
ancho del país", afirmó Cristina.
El yacimiento petrolífero de petróleo y gas no convencional,
llamado Vaca Muerta, fue descubierto en diciembre de 2010 por la firma
Repsol-YPF, y se anunció como uno de los lugares que podrían aumentar la
capacidad de reservas de petróleo.
Acompañanada por el CEO de YPF, Miguel Galuccio, el gobernador de
Mendoza, Francisco Paco Pérez, y el ministro de Planificación, Julio de
Vido, la Presidenta aprovechaba la ocasión para hacer un balance del
primer aniversario de la nacionalización de la empresa petrolera.
"Con esta YPF recuperada, con esta ley de soberanía
hidrocarburífera, hemos recuperado miles de puestos de trabajo, hemos
aumentado la producción, desarrollado mayor cantidad de exploración,
mayor capacidad de refinación y aumentamos en un 50% el stock que tenían
nuestras estaciones de servicio", afirmaba.
Y agregaba: "A un año de gestión creo que lo más importante que
hemos logrado es demostrar que se puede ser mejor y más eficiente de lo
público cuando se actúa con el patriotismo y con el interés de
beneficiar al resto de los argentinos".
Al final de su discurso, volvía a hacer referencia al yacimiento
neuquino, rebautizado por la mandataria como Vaca Viva, que fue ya dejó
de ser computada como reservorio por la compañía.
# ¿Por qué las inversiones no llegan a Vaca Muerta?
La zona está repleta de shale gas y shale oil, pero se requieren
unos US$37.000 millones para su extracción, que aún no aparecen.
Varios analistas explican el por qué en una nota publicada hoy en el sitio 'iEco':
Vaca Muerta es una joven y luminosa promesa. Recostada sobre la
cordillera de Los Andes, en el subsuelo que abarca casi la totalidad de
Neuquén y parte de las provincias de Mendoza, La Pampa y Río Negro, se
trata de una de las áreas con mayores recursos energéticos no
convencionales del mundo (shale gas y shale oil), que podrían
multiplicar varias veces las reservas disponibles en el país. Sin
embargo, para los expertos, Vaca Muerta hoy es sólo eso: una promesa".
Según un reciente informe de la U.S. Energy Information
Administration (la Administración de Información Energética de los
EE.UU.), la Argentina es la segunda potencia mundial en cantidad de
reservas de shale gas (o gas de esquisto) y la cuarta en shale oil
(petróleo de esquisto), en una evaluación que abarcó un total de 41
países. Su explotación resulta viable, mucho más frente a la crisis
energética que atraviesa el país, pero se calcula que demandaría una
inversión de US$37.000 millones en los próximos 5 años, es decir, una
cifra equivalente al total de las reservas del Banco Central.
La magnitud de esos recursos atrajo el interés de casi todos
los colosos del sector: “En el mercado todos quieren participar. El
potencial de Vaca Muerta es enorme y es muy difícil para un ejecutivo
local explicar por qué quedaron afuera del negocio”, explicó Eduardo
Fernández, ingeniero y consultor petrolero. Al igual que otros
entendidos, Fernández sostiene que los acuerdos no llegan porque las
condiciones actuales del país no ofrecen garantías para semejantes
desembolsos. “No se pueden girar dividendos, el antecedente de la
expropiación de YPF, las tarifas de gas, todo eso condiciona”, completó
Daniel Kokogian, geólogo y consultor en temas energéticos de larga
trayectoria en el mercado.
Vaca Muerta, así, equivale a decir que la Argentina tiene una
vaca lechera pero está lejos de tener la vaca atada. Se trata de una
formación con una superficie de 30.000 kilómetros cuadrados, de los
cuales 12.450 están bajo la concesión de YPF. En la petrolera estatal
aseguran que allí abajo hay 117 trillones de pies cúbicos de gas y
40.000 millones de barriles de petróleo, “lo que significa multiplicar
por 10 las actuales reservas del país”.
Que esos recursos estén allí es muy diferente a explotarlos. En
este sentido, los avances en Vaca Muerta fueron muy escasos. YPF
afronta y aporta los mayores esfuerzos. En la zona, hoy, la petrolera
estatal, bajo la conducción de su CEO, Miguel Galuccio, tiene la mayoría
de los pozos perforados (60 sobre un total de 100), en general con
fines exploratorios. El resto son principalmente de Shell, Exxon,
Chevron, Pan American, Apache (una norteamericana independiente), Gas
Medanito, la francesa Total Austral y PlusPetrol.
El año pasado, por caso, YPF puso en marcha el primer pozo de
shale gas en la zona, el Orejano X2, un acontecimiento muy celebrado
pero absolutamente insuficiente para revertir el abultado déficit de la
balanza energética: el año pasado, el balance mostró un rojo de US$2900
millones, cifra que podría duplicarse en 2013.
“El recurso está, pero los resultados son muy marginales porque
los pozos producen poco y no repagan las inversiones”, sintetiza
Kokogian que, por otro lado, desconfía sobre los volúmenes de la
formación de Vaca Muerta y acerca de su viabilidad económica. Ocurre que
la explotación de los recursos no convencionales es mucho más costosa
que la tradicional. El costo de un pozo en la Argentina para el shale
cuesta entre US$8 y US$10 millones, esto es tres o cuatro veces más que
el costo de un pozo convencional”, graficó.
Precisamente por eso los especialistas hacen la distinción
entre recursos y reservas. El primer término alude a la existencia
probable del hidrocarburo; el segundo, en cambio, es su viabilidad, es
decir, si su explotación es rentable. Referido a Vaca Muerta, las
opiniones coinciden. Muchos creen en su potencial comercial, pero
advierten sobre las dificultades de la actual coyuntura. “Las empresas
tienen mucho interés, el recurso está, hay personal calificado, pero
falta el ambiente de negocios propicio”, sintetizó el consultor Luis
Stinco.
En sintonía, Sebastían Scheimberg, analista en temas
energéticos de la consultora Montamat & Asociados, también
puntualiza que lo de Vaca Muerta son “recursos y no reservas” y añade
que no está tan claro que su explotación sea rentable. “En el largo
plazo podría resultar viable, pero lo que es seguro es que no es la
estrategia más apropiada para superar la actual crisis y para recuperar
el autoabastecimiento”, dijo. Para Scheimberg, YPF hoy debería apuntar
sus cañones a los hidrocarburos convencionales. “Hay que poner una ficha
en Vaca Muerta y dos, en las reservas convencionales”, resumió.
Más allá de estas diferencias, las urgencias del Gobierno
–recargadas sobre YPF– son cada vez mayores. Vaca Muerta constituye un
activo difícil de capitalizar en el corto plazo. Galuccio viene
realizando esfuerzos para conseguir socios en la aventura, pero hasta
ahora obtuvo pocos resultados. Está pendiente la firma de un acuerdo con
Chevron, para que aporte una inversión de US$1.500 millones en la zona.
YPF también anunció “entendimientos” con Dow Chemical y la petrolera
estatal venezolana PDVSA, pero se desconocen los plazos y las
condiciones.
Sobre este punto, Scheimberg
advierte una contradicción. Chevron, señala, “tenía en 2002 una
participación del 10% en la producción petrolera local y el año pasado
cayó al 5,2% producto de la falta de inversiones. Ahora resulta que
justamente Chevron es la que nos va a salvar”, finalizó el especialista."
# Suben los combustibles
"Como YPF no recibe capitales por el
conflicto con Repsol, entonces inevitablemente sube y sube los precios
para poder sustentar su producción. Tiene la obligación de bajar el
declive de la extracción porque el Estado ya está muy endeudado por la
importación de hidrocarburos", indicó al sitio 'iProfesional' un experto
del sector que pidió off the record.
"El plan de alto impacto que YPF y el Gobierno presentaron el año
pasado daba por sentado que la empresa alcanzaría el autofinanciamiento.
Principalmente, porque la eventual llegada de inversionistas para Vaca
Muerta le iba a asegurar fondos que ya no tendría que destinar a la
exploración. Como eso no está sucediendo, hay parte de la caja de la
petrolera que va a parar a desarrollar esa cuenca. Los clientes soportan
en los surtidores la falta de aporte de capital que enfrenta la firma",
agregó.
"Cuanto más se demore la llegada de
inversores para poner un pie en Vaca Muerta, mayor costo financiero
deberá soportar YPF para su operatoria y mayor será el desembolso que
tendrá que hacer por su cuenta para recuperar pozos y desarrollar nuevas
cuencas", dijo otro experto.
"A eso también hay que agregar que el año pasado ya había ´gastado a
cuenta´. Por citar un caso, el Estado aportó 2.600 millones de pesos
para ampliar la refinería de Luján de Cuyo, Mendoza. Mejoró la capacidad
de refinamiento de la firma pero utilizando fondos que pensaba
recuperar con la llegada de empresas internacionales", añadió.
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