El Gobierno anunció una serie de
beneficios para incentivar la producción de hidrocarburos y facilitar el ingreso de la petrolera
Chevron como socia de YPF para explotar el campo de
Vaca Muerta. La medida apunta a crear un régimen de
promoción de inversión
para la explotación de hidrocarburos tanto convencionales como no
convencionales, incluyendo beneficios a las firmas exportadoras que
presenten proyectos por más de
1.000 millones de dólares.
Las compañías beneficiadas podrán
exportar el 20% de su producción de hidrocarburos líquidos y gaseosos
sin pagar derechos de exportación a partir del quinto año de la ejecución de sus proyectos, y se les otorgará la
libre disponibilidad de las divisas provenientes de la exportación.
El acuerdo plasmado este martes entre YPF y Chevron implica un
desembolso inicial de u$s1.240 millones por parte de la firma norteamericana que permitirá el desarrollo de la primera fase en una zona de
20 kilómetros cuadrados, según un comunicado de YPF, que aclaró que entrará en vigencia cuando sea refrendado por la provincia de
Neuquén, donde se localiza gran parte del yacimiento.
Los especialistas del sector destacan como
positivo que el acuerdo establecerá un
marco normativo para el ingreso de inversiones en una compañía de peso internacional como Chevron. Asimismo, permitirá la
llegada de divisas a un sector que se convirtió en uno de los más deficitarios debido al incremento de importaciones.
El convenio contribuirá con inversiones para el desarrollo del
potencial de hidrocarburos no convencionales, que además de
financiamiento internacional precisa un
"know how" adecuado, que sólo pueden aportar las grandes petroleras.
En contra del entendimiento rubricado este martes, los especialistas señalan que dista mucho de resolver el
déficit energético, genera dudas sobre el
tipo de cambio que el Estado va a reconocer a los inversores y no disipa futuros
conflictos jurisdiccionales con las provincias, que tienen el dominio de las áreas de explotación.
Por otro lado, la iniciativa
no fija pautas de largo plazo, como demanda un sector como el petrolero, mientras que el monto comprometido, de u$s1.200 millones en cinco años, representa
apenas u$s20 millones por perforación, una cifra escasa ante la que se necesita para desarrollar el campo ubicado entre Neuquén y Mendoza.
Jorge Lapeña, presidente del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi y ex secretario de Energía entre 1983 y 1988, dijo a
Infobae que "el decreto parece ser un
traje a medida
para los que van a firmar ese contrato, cuyas cláusulas no conocemos.
Esto habla de un cierto secreto de la cuestión. Tiene una
gran pretensión,
que es lanzar un régimen de promoción de la actividad de explotación
hidrocarburífera. Esto es una política con mayúsculas, que
no se puede lanzar por un decreto del que se entera por el Boletín Oficial".
"Una política se lanza explicándola, fijando
objetivos de largo plazo, normativas técnicas y legales, elaborando contratos tipo, discutiendo posibles interesados,
evaluando alternativas, haciendo giras de promoción y en definitiva, haciendo una
normativa más amplia", expresó Lapeña.
El
Decreto 1277/12 que reglamentó la ley de expropiación de YPF estableció una
fuerte intervención
en el sistema de precios, aunque omitía referirse a valores de
referencia internacional ni de la libre disponibilidad de divisas.
Ahora, el
Decreto 929/2013 plantea la
libre utilización de los dólares generados por la exportación del 20% de la producción que se obtenga de estos proyectos de inversión a partir del quinto año.
Daniel Montamat, ex presidente de la estatal YPF entre 1987 y 1989 y ex secretario de Energía (1999-2000), comentó al respecto que "
si el país no está autoabastecido y ese 20% se tiene que reorientar al mercado interno, tienen que respetar los precios internacionales y dar la libre disponibilidad de divisas".
"Técnicamente en esta industria se discuten las diferencias entre precios y costos, eso se llama
renta petrolera y se reparte entre el Gobierno y las empresas que tienen que invertir. Los
mecanismos para apropiarse y distribuir esa renta tienen que ser muy previsibles
y claros para que vengan a invertir, y acá hay una serie de dudas: por
ejemplo, el 20% está sometido a este régimen especial, pero qué sucede
con el 80% restante. Es una duda real", cuestionó Montamat.
Un informe de
Abeceb.com destaca que la normativa ofrece
señales positivas
de cara a las inversiones necesarias, sobre todo para viabilizar las
reservas de Vaca Muerta, pero deja muchas dudas sobre la credibilidad de
los marcos legales. "La inestabilidad regulatoria del sector
atenta contra la búsqueda de un horizonte de largo plazo en cuanto a los proyectos productivos, los que para el caso de los hidrocarburos requieren
varios años para concretarse", indica el estudio de la consultora que dirige
Dante Sica.
Jorge Lapeña recordó que "
Vaca Muerta y sus yacimientos no convencionales pueden ser de los más grandes del planeta. Las
inversiones necesarias pueden estar entre 30 mil 40 mil millones de dólares.
Por lo tanto, estamos pensando que esto requeriría un flujo muy
importante de capitales del mundo hacia la Argentina, con continuidad en
el tiempo, y esto implica una
política con acuerdos parlamentarios entre los diversos actores, ser confiable con el inversor extranjero. Todo esto no está, salvo un decreto".
El analista financiero
Jorge Compagnucci explicó que "YPF reúne un
serio interrogante, que es el tema del
financiamiento y el congelamiento de precios,
que no genera en dólares un salto cuantitativo. Si se va a desarrollar
Vaca Muerta como se pretende, los frutos vendrán mucho más adelante".
"Uno tiene que traer mínimo mil millones de dólares para este proyecto de inversión productiva. La cuestión es
a qué dólar
hay que traerlo. Yo creo que son dólares al tipo de cambio oficial.
Habrá que ver si estas cuestiones salen a la luz cuando se firme el
acuerdo", apuntó Daniel Montamat. En ese sentido,
Emilio Apud, ex secretario de Energía y Minería (2001), enfatizó que "con un
dólar a $5,40, si tengo que comprar repuestos, pagar honorarios internacionales,
no me cierra, porque el verdadero valor del dólar está más cerca de 8 pesos que de cinco".
Desde que el lunes se conocieron los términos del decreto que habilitaba el acuerdo entre
YPF y Chevron, la acción de la petrolera argentina creció
9,1% en la Bolsa de Buenos Aires y 6,5% en Wall Street. "Las acciones como YPF han tenido un
mejor comportamiento, con la mano del Gobierno,
que ha focalizado la atención en brindar este tipo de acuerdos, para
poder desarrollar de una vez por todas los planeamientos en Vaca Murta
con la gente de Chevron", afirmó Jorge Compagnucci, analista de Fénix
Report.
"Los valores de YPF habían caído a niveles de 1995 ó 1996 y todo el mercado no ha caído como la petrolera, con lo cual las
mejores condiciones en cuanto a valor relativo las sigue mostrando YPF y por ello ha sido el papel 'vedette' en la Argentina, más allá de que sea
en pesos y no en dólares, porque todavía está muy lejos de valores razonables", acotó Compagnucci.
Antecedentes históricos
La historia argentina tiene dos episodios que no pueden soslayarse a
la hora de debatir la política energética a largo plazo: uno es el
contrato que firmó el presidente
Juan Domingo Perón con la norteamericana
Standard Oil
de California, que con el paso de los años y cambios de titularidad se
convirtió en la actual Chevron. El otro, los contratos petroleros de la
presidencia de
Arturo Frondizi.
"Cuando el general
Perón quiso firmar un contrato con la California, en
1955, hubo un revuelo político extraordinario y ese contrato finalmente no se firmó.
Un escándalo. Frondizi lo llamó
'la marca física del vasallaje'. Y por otro lado, cuando Frondizi firmó contratos entre 1958 y 1962,
tampoco llegaron a feliz término. Es decir que la cuestión petrolera es una cuestión sensible", recordó Jorge Lapeña.
El titular del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi también advirtió sobre el
conflicto judicial irresuelto entre YPF y Repsol: "El Estado argentino expropió por causa de utilidad pública el 51% de las acciones de YPF. Para que esto sea efectivo
debió haber tasado y pagado el precio justo. Y ni tasó ni pagó. Por lo tanto hizo una operación que la dejó a medio hacer".
"Esto origina muchos problemas para el funcionamiento de YPF, que cada paso que da,
tiene un juicio por parte del expropiado
y además complica enormemente el clima petrolero de inversión en la
Argentina, porque todo el mundo piensa que así como el otro fue
expropiado, puede ser expropiado también", consideró Lapeña.
Daniel Montamat, ex presidente de YPF: "La pretensión es hacer un régimen por la
desesperación que tiene el Gobierno de querer juntar
dólares. Hemos trabajado tanto sobre el corto plazo en el sector energético y
el futuro se nos vino encima".
"Las importaciones en energía se están llevando divisas, entonces han largado este plan para ver si juntan con
blanqueo algunos dólares. No sé cuál es el resultado pero creo que la
urgencia está en la necesidad de que entren dólares. Ahora bien, esto no creo que tenga mayores respuestas,
no creo que entren las inversiones que ellos necesitan, porque hoy hay una gran desconfianza".
Débora Giorgi, ministra de Industria: "El nuevo régimen de promoción de inversión en hidrocarburos representa un
hito histórico para la industria petrolera nacional. Esta es una oportunidad para
desarrollar más proveedores, insumos y bienes de capital para la industria local del petróleo y el gas".
"El Estado está haciendo un
gran esfuerzo para atraer inversiones para este sector estratégico, porque
el objetivo es el autoabastecimiento, a un precio competitivo, que permita liberar a nuestra industria de determinadas condiciones externas".
Jorge Lapeña, ex secretario de Energía: "Todo esto parece un
traje a medida de los actores que van a firmar el acuerdo:
Chevron e YPF.
Una parte del decreto está referida a la posibilidad de que aquel que
invierta u$s1.000 millones en cinco años pueda exportar hasta el 20% de
la producción sin retenciones y obteniendo divisas de libre
disponibilidad. Esto sería decirle a Chevron:
'Ponga los mil millones que los va a recuperar en cinco años'".
"La segunda parte del decreto está orientada a mejorar los
títulos que tiene YPF en Vaca Muerta, que son, a mi criterio, de
cierta endeblez,
porque han sido dados no para explotar yacimientos no convencionales,
con plazo de vencimiento. Con esto aparecería una YPF con mejores
títulos y un Chevron que sabe que se va a poder llevar las divisas".
Emilio Apud, ex secretario de Energía y Minería: "Lo de Chevrón
es interesante desde el punto de vista de que
remueve algunas regulaciones que había establecido la ley anterior.
Es un bandazo, evidentemente han dado marcha atrás con muchas
definiciones que hicieron con esa ley, pero no resuleve la cuestión de
fondo de la
falta de planificación energética".
"Este acuerdo no cumple con la famosa ley de
Recuperación de la Soberanía Hidrocarburífera
que hicieron el año pasado. Porque en esa ley y el decreto
reglamentario 1277, donde se arma una comisión que la preside (el
viceministro de Economía Axel) Kicillof es un
sistema súper regulado donde se establecen precios, no se permiten disponibilidad de productos".